PERSPECTIVA DE GÉNERO EN EL EMPLEO

La integración de la perspectiva de género en el mundo laboral es una estrategia aplicada que permite la realización del objetivo de igualdad entre hombres y mujeres.
Esto implica:
 La inserción de la igualdad de género en la integración de políticas, programas, proyectos y en sistemas y estructuras institucionales relacionados con el trabajo.
 La lucha contra las desigualdades fundadas en el sexo en el mundo del trabajo a través de medidas específicas de género para y con los hombres y las mujeres, juntos o separadamente.
En la práctica, la integración de la perspectiva de género se traduce en una multiplicidad de acciones específicas de género orientadas a corregir las desigualdades fundadas en el género en todos los aspectos de una situación determinada. En la medida en que, por medio del análisis de género, se revela la experiencia y las necesidades diferenciadas de los hombres y de las mujeres, aparece claramente la necesidad de acciones específicas de género para responder a las desigualdades. La integración de la perspectiva de género es el conjunto de medidas tomadas para responder a estas necesidades.

ÁREAS DE APLICACIÓN EN LA PRÁCTICA E IMPLEMENTACIÓN:
– Combatir los estereotipos de género y el sexismo.
– Promover la concienciación sobre la igualdad de género, en particular a través del desarrollo de iniciativas de formación y de comunicación dirigidas a una amplia gama de profesionales (incluido el funcionariado), con una atención especial a la prevención de cualquier tipo de violencia hacia las mujeres. Una iniciativa seria como en otros Estados europeos están ya reguladas, la prohibición de mencionar en una oferta de trabajo el sexo del candidato que se busca o preguntar la situación familiar o el deseo de tener descendencia.
 Reclamar al empresariado un compromiso de igualdad efectiva entre hombres y mujeres en sus empresas. Que contribuyan significativamente a desarrollar la paridad en los distintos puestos de su empresa adoptando medidas concretas de sensibilización, empleo o formación, por ejemplo. Y en caso de no cumplir con los términos del compromiso eliminar las ayudas que el Estado pueda otorgarles.
 Las mujeres hacen frente a la doble carga que supone el trabajo remunerado y el trabajo reproductivo que realizan en el hogar. Y, si escogen trabajar, deberían tener las mismas oportunidades que los hombres de encontrar trabajos dignos. La pobreza está afectando progresivamente a las mujeres.
 IGUALDAD OPORTUNIDADES: Las mujeres suelen sufrir unas tasas más altas de desempleo, aun en los casos de mujeres con mayores niveles de educación. Las tasas de desempleo también ocultan el considerable número de mujeres con potencial laboral que han sido desalentadas, o que se han tomado un descanso para cuidar de sus hijos.
 IGUALDAD SALARIAL: Existen grandes diferencias de salarios e ingresos entre hombres y mujeres en todo el mundo entero. Ésta es una de las formas más persistentes de discriminación, y hay escasos indicios de que la tendencia se esté reduciendo.
 MEJORAR ACCESO A LA SEGURIDAD SOCIAL: Las mujeres de todos los estratos del mercado laboral tienen un menor acceso a la seguridad social (sobre todo a las pensiones), en especial a causa de las interrupciones de su participación activa en el mercado laboral para dedicarse a la crianza de los hijos.

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